Mat 16:13 Jesús se fue a la región de Cesarea de Filipo. Estando allí, preguntó a sus discípulos: "Según el parecer de la gente, ¿quién soy yo? ¿Quién es el Hijo del Hombre?"
Mat 16:14 Respondieron: "Unos dicen que eres Juan el Bautista, otros que eres Elías o Jeremías, o alguno de los profetas.
Mat 16:15 Jesús les preguntó: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?"
Mat 16:16 Pedro contestó: "Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo.
Mat 16:17 Jesús le replicó: "Feliz eres, Simón Barjona, porque esto no te lo ha revelado la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los Cielos.
Mat 16:18 Y ahora yo te digo: Tú eres Pedro (o sea Piedra), y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; los poderes de la muerte jamás la podrán vencer.
Mat 16:19 Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el Cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el Cielo.
Comentario.
PEDRO, SIMON. El nombre de Pedro significa "piedra". Fue hermano de Andrés e hijo de Jonás (o Johanan). Natural de Betsaida, se le presenta como tosco pescador. Se le menciona más veces que a cualquier otro personaje del Nuevo Testamento, aparte de Jesús. Estaba casado, y fue uno de los doce discípulos. Negó a Jesús en los días de la crucifixión (Mateo 26:73-75). Jesús se entrevistó con él después de resucitado (Véase 1 Corintios 15:5; Cefas es otro nombre con que se conoce a Pedro). En los Hechos de los Apóstoles es el personaje sobresaliente y líder apostólico en la primera parte del libro, capítulos 1-12. Habló ante los discípulos respecto a quien debía sustituir a Judás, y predicó a la multitud en Pentecostés (Hechos 2). Fue el instrumento de muchas curaciones (véase Hechos 3) y conversiones a Cristo (Hechos 4). Hasta resucitó a una mujer (Dorcas). Tuvo la valentía de predicar a los gentiles en casa de Cornelio (Hechos 10). Sus hechos y buenas obras fueron demasiado numerosos para anotarlos aquí. Influyó en el Evangelio de Marcos. En efecto, narró la historia que Marcos transcribió en su Evangelio. Es el autor de 1 Pedro y, según la tradición, de 2 Pedro también. Su gran confesión (Marcos 16:16) se destaca en el Nuevo Testamento. Cuando Herodes estuvo a punto de quitarle la vida, escapó mediante intervención de Dios (Hechos 12:1-17) y no se le vuelve a mencionar en los Hechos sino en el capítulo 15 (Concilio de Jerusalén). La imagen que de él, nos ha transmitido la historia es la de un hombre impetuoso pero sincero en su proceder. La tradición afirma que murió crucificado cabeza abajo en Roma.
Fuente: Minibiografías.
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